miércoles, 14 de enero de 2009

Esquí en Sierra Nevada



En el sur de España, una tierra bendecida por el sol, los 3.478 metros de las altas cumbres del macizo de Sierra Nevada garantizan la abundancia de nieve.


La estación más meridional y una de las más modernas y mejor equipadas de Europa, dispone de 103 pistas con diferentes grados de dificultad y una longitud total de 95 kilómetros, en los que se puede practicar tanto el esquí como el snowboard.



Uno de los principales atractivos de Sierra Nevada es la posibilidad de esquiar de noche en una pista iluminada y especialmente acondicionada. Cuenta, además, con dos circuitos de 8,6 kilómetros para esquí de fondo, disciplina que también se puede practicar en la segunda estación invernal de la provincia, la de La Ragua.




Una gran infraestructura técnica garantiza el acceso de forma cómoda y rápida desde el área residencial y comercial de Pradollano. Dos telecabinas, 17 telesillas, dos telesquís, dos alfombras y una telecuerda pueden transportar hasta 47.000 esquiadores a la hora hasta las pistas. La estación cuenta, además, con más de 400 cañones para la fabricación de nieve, que garantizan su calidad y abundancia.



En el Puerto de La Ragua, en el límite de Granada y Almería, se ubica la segunda estación invernal de la provincia. La Ragua es conocida por sus excelentes condiciones para la práctica del esquí de fondo y por sus paseos en trineo tirado por perros. Huskis y samoyedos los encabezan, deslizándolos a toda velocidad por parajes nevados de gran belleza.


Esto es SIERRA NEVADA!!





AG


viernes, 9 de enero de 2009

De compras

Granada reúne, a lo largo de sus históricas calles y pueblos, una gran variedad de comercios. En algunos, el tiempo parece haberse detenido y conservan los oficios seculares del barro y la cerámica, de la madera y el cuero, la construcción de guitarras, el textil o la forja y la calderería.

Los centros de las ciudades y pueblos de la provincia, donde se concentra la mayoría de las tiendas, son también un buen lugar para hacer compras de todo tipo. Además, Granada capital cuenta con la comodidad que ofrecen los servicios de varios centros y parques comerciales.

Zonas de compras
El centro de Granada El centro histórico de Granada concentra el mayor número de comercios de la ciudad, desde pequeñas tiendas locales hasta las principales firmas nacionales e internacionales.


Se ubican en torno a las calles Gran Vía de Colón, Reyes Católicos, que cuenta con algunos de los comercios de mayor antigüedad de la ciudad, y Mesones, escogida por las grandes firmas de moda y complementos. Muy transitadas por visitantes y consumidores son también las calles Alhóndiga, San Antón, Ángel Ganivet, Recogidas, Puentezuelas y Zacatín. Esta última significa ‘mercado de la ropa’ y era donde en época musulmana se vendían los productos textiles y la tela.

La Alcaicería enclavada entre la Catedral y la calle Reyes Católicos es una curiosa zona comercial de la capital que recuerda a un pequeño zoco árabe y cuyas tiendas son ideales para la compra de recuerdos. Hace siglos fue el mercado de la seda nazarí que se extendía desde Plaza Nueva hasta Bib-Rambla.



Su imagen original sobreviviría hasta la noche del 19 de julio de 1843, cuando un incendio en una tienda de la calle Mesones lo redujo a cenizas. Fue reconstruido con una estructura similar, en estilo neo-morisco, y en la actualidad acoge comercios dedicados fundamentalmente a la venta de productos tradicionales y artesanales.



Otross edificios modernos dotados de todas las comodidades y servicios acogen los centros comerciales de la ciudad, situados algo más alejados del casco histórico. Los más representativos de la capital son el Centro Comercial Neptuno, que acoge un centenar de tiendas, y el Centro Comercial Arabial, en el que se ubica la mayor firma española. En la provincia de Granada, otros núcleos comerciales destacables son el Parque Comercial Kinépolis, en Pulianas, a sólo 20 minutos en coche del centro de Granada, y el Parque Comercial Albán, en Armilla, a menos de 10 minutos. Su oferta comprende desde tiendas de moda, joyerías, zapaterías y grandes almacenes hasta bares, restaurantes, discotecas y cines.



AG


miércoles, 7 de enero de 2009

Tapas y cocina granadina



Caracoles guisados, patatas a lo pobre, pescados rebozados, migas y pinchos de carne (entre otros platos) desfilan constantemente por los barras de bares y tascas.
Las tapas constituyen una muestra de la cocina del lugar con la que se obsequia a los clientes al pedir una caña o un chato de vino. Auténtica cocina en miniatura, constituye una sabrosa y variada alternativa para cenas o almuerzos informales.

Y es que, ir de tapeo con los amigos es una de las costumbres más arraigadas en la provincia.Ir de tapas cautiva también al visitante. Callejear por el casco antiguo, un bello escenario histórico, mientras se degustan las tapas en castizos locales, es una actividad llena de cultura y arraigo.
El Albaicín, Campo del Príncipe o la calle Elvira son paradas obligadas si se quiere conocer el tapeo granadino. En los últimos años también se han incorporado otras zonas como La Chana, Zaidín y Plaza de toros.
Las tapas son solo una pequeña muestra de lo que la gastronomía granadina ofrece. A lo largo de los siglos las creaciones y recetas tradicionales de las culturas judía, árabe y cristiana se han ido fusionando para dar lugar a una cocina original y llena de matices.


Así, miel, especias y frutos pasan a condimentar y a acompañar carnes y pescados, dando lugar a sabrosos manjares como el cordero con manzanas, las gachas con miel, el pollo con almendras o la trucha con granadas. Además, existe una amplia variedad de platos que tienen en común su toque ‘al ajillo’.

Otras de las especialidades de la zona son las ensaladas y sopas frías, acordes con las agradables temperaturas de la zona. Gazpachos, pipirranas, ajoblanco (con harina de habas), ensaladas de naranja y bacalao son algunas de ellas. Sin olvidar los excelentes embutidos que se obtienen de la tradicional ´matanza´.

Todo ello hace que la gastronomía granadina pueda satisfacer a todos los gustos.


AG





viernes, 19 de diciembre de 2008

Parque de las Ciencias


El Parque de las Ciencias es un museo interactivo, de más de 70.000 m2, situado a escasos minutos del centro histórico de Granada con una de las ofertas más variadas de ocio cultural y científico de Europa.

Visitar el Parque de las Ciencias es entrar en un mundo diferente donde el visitante tendrá la historia de la ciencia en la punta de sus dedos.

Un lugar donde podrá participar de esa sabiduría a través de experimentos que realizaron las mentes más prodigiosas del planeta. Podrá comprobar el principio de Arquímedes, jugar con la luz y el sonido, experimentar con la electricidad y la erosión o comprender visualmente el movimiento de la Tierra.

El museo científico cuenta con una exposición permanente que ofrece propuestas tan interesantes como la Sala de la Biosfera, donde se puede aprender más sobre el ADN humano o como empezó la vida en el planeta.

El visitante también podrá entrar en un caleidoscopio gigante en la Sala Percepción, experimentar la fuerza del viento en la Sala Eureka o conocer el legado de Al-Andalus en una sala especifica para la historia del estado hispanomusulmán que tendió un puente entre continentes y culturas.
Por supuesto hay también un lugar donde los más pequeños (de 3 a 7 años) podrán jugar y experimentar con la ciencia: la Sala ExploraAdemás, exposiciones de carácter temporal acercan al público el día a día de las ciencias de forma práctica y didáctica, así como interesantes propuestas biológicas y relacionadas con el medio ambiente.

Pero el Parque de las Ciencias no es solo esto. El Planetario tiene capacidad para 83 personas y está cubierto por una bóveda celeste de 10 metros de diámetro sobre la que se proyectan más de 7.000 estrellas, límite de la vista humana en una noche clara. Por si fuera poco, un jardín astronómico para seguir las trayectorias del sol y de los astros o un bello Mariposario convierten este complejo en el museo más visitado de Andalucía.



Para hacer esta experiencia completa, el museo cuenta con monitores y animadores para resolver cualquier duda que el visitante pueda tener. Además, los grupos concertados o centros escolares podrán ser recibidos en un salón de actos donde explicar los aspectos generales y organizar la visita.


AG




miércoles, 17 de diciembre de 2008

El Albaicin y el Sacromonte


El Albaicín (Patrimonio de la Humanidad) y el Sacromonte son dos de los barrios con más color, encanto e historia de la ciudad de Granada.


Pasear por el Albaicín es realizar un viaje a sus raíces moriscas además de un disfrute para los sentidos. Recorrer su laberinto de estrechas calles perfumadas de jazmín, contemplar los jardines de los cármenes (sus típicas viviendas) o acompañar un aromático té con un delicioso pastelillo árabe, son experiencias que el visitante no debe perderse.


Las yedras y buganvillas se descuelgan por tapias encaladas. En su interior, bellos jardines, huertas y árboles frutales hacen de los cármenes pequeñas alquerías. En ellas se derrocha una exuberancia y un colorido del que participan todas sus calles.

También desde este barrio se pueden contemplar unas preciosas vistas de la Alhambra, de la ciudad y de la Vega granadina, como podemos comprobar en, por ejemplo, los miradores de San Nicolás y de San Cristóbal.

El barrio del Sacromonte es famoso por sus cuevas, en las que los gitanos continúan celebrando todas las noches sus fiestas flamencas de cante y baile.

Aquí fue donde se instalaron los gitanos que acompañaban a las tropas de los Reyes Católicos cuando conquistaron la ciudad. Los artesanos trabajaban el mimbre, la forja y el cobre, y los artistas establecieron las raíces del flamenco. Aquí nació la tradicional zambra, con bailes y cantes autóctonos como la mosca o la cachucha.


El principal monumento del Sacromonte es su Abadía, donde se conservan reliquias y testimonios de los primeros cristianos de Granada y, entre ellos, el primer obispo de la ciudad: San Cecilio. El Centro de Interpretación del Sacromonte permite también conocer a fondo la historia del barrio.




AG




martes, 16 de diciembre de 2008

Alhambra y Generalife


Patrimonio de la Humanidad, el conjunto de la Alhambra y el Generalife es el monumento más emblemático, conocido y visitado de Granada.


Ciudad, fortaleza y palacio de los reyes de la dinastía Nazarí, sus salas y jardines son la máxima expresión del arte musulmán en Europa.

La gran extensión del complejo y la subyugante belleza de sus estancias hacen que la visita dure al menos dos horas y media.

Es casi indispensable reservar con antelación la entrada, especialmente en épocas de gran afluencia de visitantes. La visita nocturna es una magnífica alternativa para quienes ya conocen el monumento con anterioridad y desean percibir los inéditos aromas, sonidos e imágenes que la noche despierta en La Alhambra.
El conjunto monumental está compuesto por la Alcazaba, ciudad militar amurallada; los Palacios, residencia real; y el palacio y los jardines del Generalife, residencia real de verano.
El agua, bien escaso en el norte de África, de donde era originaria la dinastía Nazarí, está presente en las principales estancias del monumento: el famoso Patio de los Leones, el no menos conocido Patio de los Arrayanes, la Sala de dos hermanas, la de los Abencerrajes, los propios Baños reales...


De construcción posterior, pero ya integrado en el conjunto monumental, es el Palacio de Carlos V, iniciado en 1527 por el arquitecto Pedro Machuca en el más puro estilo renacentista.


Toda la historia de Granada ha pasado por delante de los muros de la Alhambra.
Cuentan que hubo un jardín donde los monarcas, entre flores, perseguían a princesas. Que en los muros del Cuarto de los Secretos no hay nada oculto a sus oídos.
Cuenta la Medina que hubo tiempos de paz, y la Alcazaba que los hubo de guerra. Que hubo alegría en la Puerta del Vino y que hubo tristeza en los calabozos.

“Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada”, han escuchado sus muros.

Restaurada día a día, y con esmero, la Alhambra ve maravillarse cada año a más de dos millones de visitantes.




AG